Dron | El Paseo de Aurin.

               ENTRE PAZ, MAGIA Y BICHOS DISECADOS

Afirmo rotundamente que soy una chiflada por Liébana, pero esto no es un velo que ciegue mis ojos e impida que llegue a apreciar todas las maravillas de mi Tierruca. Y con Montesclaros, inauguro esta nueva sección titulada Ocio Autóctono del cual soy fanática y más ahora, con los tiempos de un virus que nos tiene asustados, confinados y cubiertos de incertidumbre. Todos tenemos pendiente ese sitio al que nunca vamos porque está cerca y se puede ir en cualquier momento. Saquemos provecho y convirtamos esta época «maldita» en oportunidades que siempre dejábamos para otra ocasión.

El pasado verano me alojé en la hospedería anexa al monasterio con unos amigos. Se trata de un enclave idóneo para quienes amamos la paz, el silencio, la desconexión y el amor por la Naturaleza. Tanto es así, que hemos repetido experiencia otras dos veces (y las venideras) No encontrarás lujos aquí. Hay un ascensor para evitar el uso de las escaleras pero las habitaciones cuentan con lo justo; eso sí, en un enclave donde hace frío y nieva, la calefacción está asegurada. Cualquier información que precises, te la proporcionará Juan Carlos, que es súper atento y el encargado de la hospedería y el bar, que por cierto, es muy acogedor y tiene una buena terraza. Pero volvamos al remanso de paz que da título a esta entrada.

Escaleras que enlazan el monasterio con la hospedería

El monasterio tiene mucha miga y recomiendo visitarlo con Andrés, quien lo explica todo a detalle y además con mucha pasión. He hecho el recorrido tres veces y en todas ellas le he visto siempre entusiasmado con esta labor. Para niños, quizá no resulte una actividad muy entretenida pero Andrés disfruta como uno más asombrándoles con trucos de magia y mostrándoles ¡el comedor del mismísimo Harry Potter! Y no queda todo aquí, pues existe una habitación con muchas especies de insectos enormes y todo tipo de bichejos disecados, así como mariposas de todos los tamaños y colores, que os mostrará encantado. Es un hombre cercano, campechano, parlanchín y siempre dispuesto a ser de ayuda.

Este vídeo muestra mi primer vuelo con dron. Se nota que me queda TODO para manejarlo bien. Aún así, lo comparto para que veas la zona en un contexto más amplio. Y aquí tienes otro en el que voy paseando y contando cositas.

Sea como sea, acércate a asombrarte con esa extraña construcción que conecta el monasterio con la hospedería, con un Niño Jesús atípico pues lleva zapatos, con unos sarcófagos tallados en piedra que quitan el hipo, una virgen en una cripta prerrománica y su leyenda, el por qué del número exacto de unas escaleras, qué se ve desde un peldaño en concreto, etc., etc.

Sárcófagos de dos caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén del siglo XIV

Un poco más abajo, de camino al aparcamiento, hay un pequeño merendero bajo los árboles; puedes verlo en este vídeo que grabé junto con algunas imágenes también de San Martín de Elines y su Colegiata, que se encuentra a menos de 50 km. y estaría muy bien que fueras a visitarla. ¿Has pulsado para verlo? ¿Te haces ahora una idea de a lo que me refiero cuando digo que busco paz, tranquilidad y contacto con la Naturaleza? Como hago a menudo, te inserto la localización aquí debajo. Recuerda que si pulsas sobre «Ver en Google Maps«, podrás recorrer virtualmente la zona a pantalla completa.

Web de la hospedería con toda la información que necesitas.

CONSEJOS:

Haz compra antes de llegar porque allí no hay nada cerca.
Incluso en verano, lleva algo de abrigo.
Calzado cómodo y/o botas de montaña para paseos o barro post lluvia.
Lleva tu dron; en esta zona no está prohibido (al menos de momento)
Linterna para paseos nocturnos, especialmente si no hay luna.
Tienes la clave WIFI apenas accedes a la hospedería.
Si te gusta andar, consulta la Web del Ayuntamiento de Reinosa con todas las rutas de senderismo.

RECOMENDACIÓN:

En esta zona del Sur de Cantabria, hay lugares imperdibles, te lo aseguro. No te vayas sin visitar también los restos de la ciudad romana de Julióbriga con la reconstrucción de una domus excavada, El Poblado y el Castillo de Argüeso, así como la anteriormente mencionada Colegiata de San Martín de Elines. Naturalmente, toca dar una vuelta por Reinosa; yo tengo pendiente visitar la Iglesia de San Sebastián.